En Chile, la derecha suele defender la libertad económica pero repudia firmemente las libertades individuales en materias valóricas, asignándole al Estado un rol moral. A su vez, la izquierda, si bien defiende libertades de conciencia, mantiene una sospecha permanente con la generación de riqueza y el emprendimiento. Además, en muchos casos, Concertación y Alianza han votado juntas por frenar reformas al sistema político, que impiden mayor competencia y mayores libertades políticas.
Es por esa razón, que nuestro rol es ofrecer al país un auténtico liberalismo de tres libertades –para nosotros- inseparables: libertades individuales en materias valóricas controvirtiendo el rol moral del Estado; libertades políticas para democratizar el poder y reducir los autoritarismos; y libertades de iniciativa, competencia y de emprendimiento, sin complejo por la generación de riqueza.
Es por esa razón, que nuestro rol es ofrecer al país un auténtico liberalismo de tres libertades –para nosotros- inseparables: libertades individuales en materias valóricas controvirtiendo el rol moral del Estado; libertades políticas para democratizar el poder y reducir los autoritarismos; y libertades de iniciativa, competencia y de emprendimiento, sin complejo por la generación de riqueza.
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